Calum Bassett ID

Calum es claramente esa persona ambiciosa que siempre desea más. Criado en la pobreza, la verdad que siempre se sintió necesitado de tener todo lo que no había tenido en su vida. Es un muchacho decidido, astuto y muy inteligente. Ha sabido hacerse su lugar, y se ha ganado todo a base de esfuerzo. Sin embargo, tras todo ese trabajo existe el engaño, la trama, la mentira. Es un cazador, siempre esperando el momento perfecto para poder entrar en acción. Es alguien oportunista, siempre queriendo tener lo que no puede alcanzar. Aunque en el fondo tiene buenas metas, las desvirtúa por su sed de poder. Es alguien que se sabe un “don nadie” y que no compite contra “los hijos dé...” o “los parientes de...” y eso ha llegado a frustrarle. Astuto, hábil y alguien capaz de rendir su ciento diez por ciento hacen de Calum un chico competente, dedicado, trabajador... quizás un poco – por no decir demasiado – cabeza dura.

Aunque Calum sea como un vendaval, siempre dándose su lugar... en el fondo es alguien muy inseguro. Alguien que tiene miedos, y sufre en silencio. Es un muchacho que se odia por lo que puede llegar a ser, aunque siempre predique que jamás se arrepentirá de lo que hace. Ha vivido una vida difícil y quizás por eso es alguien que sabe que la vida no es justa. Podía haber sido el típico chico idealista pero su experiencia de vida jamás pudo ayudarlo a ser el gran ejemplo de buena persona. Calum deja mucho que desear a veces, pero trata de minimizar estas pequeñas situaciones.

Calum es en el fondo una buena persona que solo ha tomado malas decisiones. Obviamente eso no justifica sus acciones pero si dan a entender sus reacciones. Calum aspira a ser alguien, a tener su lugar, a darse a conocer y a veces olvida lo importante de esta vida. Quizás el chico simplemente no ha sabido apreciar lo bueno de la vida o se ha negado porque cree que no lo merece. Sea como sea el motivo de ello, Calum en el fondo solo espera ser aceptado por quién es. Y espera que eso al final suceda.

Calum es hijo de una prostituta y un padre que jamás conoció.  La verdad que crecer con esa fama de sus padres no es el mejor sentimento del mundo. La vida jamás le fue sencilla a decir verdad. Pasó los peores años de su vida siendo niño e incluso odiando a su madre quién lo crió de soltera. Ella jamás se volvió a juntar o estar con algún hombre en su vida. Quizás fue lo único que pudo agradecerle a la mujer, quizás solo estaba odiándola por que jamás la vio como una persona que busacase algo diferente para su vida.

Se crió prácticamente con una vecina mayor que ya no tenía a nadie más que sus tres preciados gatos. La señor Cadwell era alguien muy bondadosa y amable, que siempre le estaba ayudando aunque Calum siempre la vio como la oportunidad de tener lo que su madre no quería o no podía darle. Debía sentirse mal en ese momento por usar a la señora, pero no era muy consciente de lo que hacía por codicia. Calum tuvo muchos conflictos a medida que iba creciendo. Era el hijo de la puta, así de simple. En su escuela se burlaban y en el secundario le marginaban por ello.

Su madre murió cuando tenía diecisiete años de una sobredosis. No lloró su funeral. No lloró jamás por ella. Puede que por fuera se mostrara aliviado de no tenerla pero interiormente siempre supo que era lo único real en su vida. Era como una parte de él que no podía simplemente ignorar.

Gracias a la ayuda de la señora Cadwell logró llegar a la universidad. La del estado, nada del otro mundo, porque para su desgracia él no era ni el mejor atleta ni el de las mejores notas... pero no le impidió tener su nuevo comienzo. Así es como Calum llegó a la universidad teniendo su “borrón y cuenta nueva”.

No inventó una vida que no tenía, pero tampoco mencionó la que había vivido. Era solo un chico más buscando un lugar en el mundo. Si se metió a la escuela de leyes fue por una cuestión de “sacar el mejor provecho” y porque también gusta de poder demostrar lo astuto que ha salido. Fue en la universidad que cambió su forma de ver las cosas. Y es que trabajando a medio tiempo como mesero en un bar de mala muerte y estudiando uno empieza a ampliar horizontes.

Le costó graduarse, pero no estaba en sus planes rendirse o resignarse a ser el don nadie de su infancia. Quizás motivado por un posible fracaso o porque alguien le dijera “tu eres el hijo de la prostituta, y serás siempre el hijo bastardo de alguien que no te quiso ni reconocer” la verdad es que Calum se ha mantenido decidido en todo lo que ha hecho. No quiere ser su pasado, no quiere volver a él. Ahora está a la espera de algo grande que catapulte su ascenso en el mundo de la abogacía.
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